La oración en sí misma es belleza y fundamento; la esencia de la oración es atraer bendición a los seres sintientes.
Además de ser un medio para invocar a Dios, también son un medio para poder conectarse con él. Desde la antigüedad, los sabios nos enseñaron que uno de los caminos esenciales para obtener cualquier cosa en el mundo es a través de la oración; los Salmos son oraciones por excelencia.
Contienen un enorme poder, desconocido para la mayoría, en la resolución de problemas, la atracción de estabilidad y la garantía de bendiciones a nuestra vida; Dios nos responde y nos recuerda que la gracia que emana de él también está ya en nosotros.
Protección, consuelo y fortaleza inquebrantables en la confianza en Dios.
Salmo 23 / El señor es mi pastor. Una vez.
Salmo 23 /El señor es mi pastor. Tres veces.
Salmo 91 / El que habita al abrigo del Altísimo. Una sola vez.
Salmo 121 / Alzaré mis ojos a los montes. Una vez.
Salmo 121 / Alzaré mis ojos a los montes. Tres veces.